jueves, 29 de noviembre de 2012

¿La primavera la sangre altera?



Científicos afirman que la principal hormona del amor y del deseo sexual, la testosterona, aumenta cuando el día es más largo, es decir en verano, y alcanza el nivel más alto en el mes de agosto.
Con el buen tiempo se multiplica además la serotonina, un neurotransmisor que afecta al estado de ánimo, "dándonos una sensación de placer, relajación y de euforia".
En la adolescencia, donde tenemos tantas ganas de descubrir  mundo, donde los impulsos a hacer una locura no son obstáculo ninguno para llevarla  finalmente a cabo, donde ya de por sí tenemos la testosterona activada, decirles a nuestros padres que su intento a protegernos constantemente con respecto al sexo es comprensible pero no deben olvidarse de un detalle muy importante nuestra naturaleza biológica.
Conclusión queridos padres, no deberíais luchar contra la que “madre naturaleza” pues será una batalla perdida, así como también la perdieron vuestros respectivos padres ,los padres de vuestros padres y así hasta los orígenes de la humanidad.


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